Entrenamiento para jóvenes brókeres

La juventud gasta, consume, utiliza el dinero, paga por los productos y servicios que desea sin demasiados miramientos a su bolsillo, pero, ¿conoce realmente el valor real de esos billetes y monedas que utiliza cada día? Accedemos a fórmulas como la que pone sobre la mesa el primer “prebanco” del mundo, que quiere disipar el desencanto arreciado por la crisis de jóvenes de entre 14 y 24 años y estimular su interés en las competencias y responsabilidades financieras.

“El otro día nos decía uno de los más jóvenes y brillantes emprendedores de nuestro país, Luis Iván Cuende, que todavía quedan muchos problemas por resolver en nuestra  sociedad, pero que todas las soluciones descansan en la educación. No hay nada más importante”. Educación. Sobre este concepto tan importante en una sociedad asienta sus bases Keepunto (@keepunto), la primera plataforma financiera y de eLearning práctica para jóvenes de entre 14 y 24 años, que se sustenta en las más avanzadas técnicas de gamificación y de “aprendizaje invisible”, según explica el fundador y CEO de la empresa online Raúl de la Cruz (@racruz).

Es una realidad que la mayoría de la gente joven no siente ningún tipo de interés, ya no tanto por la banca, sino por sus propias finanzas. De hecho, el 71% de ellos prefiere ir al dentista antes que al banco, según el informe MDI-Viacom. Y, todo ello, a pesar de que gastan y consumen gran cantidad de dinero en productos y servicios, razón que ha llevado a muchas de las grandes multinacionales del ocio y de la alimentación a centrarse en ellos como público diana. No hay más que echarle un vistazo al último informe que de Keepunto, en colaboración con la Universidad Complutense de Madrid, ha realizado y que indica que los jóvenes españoles de entre 12 y 24 años gastan 11.000 millones de euros al año, sin ser estos ni sus propios progenitores realmente conscientes de ello.

Las pruebas sobre competencia financiera que se incluyeron en el último informe PISA subrayaron que los alumnos españoles están a la cola en este tipo de conocimientos, por debajo de la media de los países de la OCDE. “Es urgente que sepan manejarlos desde ya, no solo por su propio interés, sino también porque son los decisores del mañana, los generadores de cualquier cambio en el futuro de la sociedad”, advierte el creador de Keepunto.

En este punto de apatía financiera también han jugado una baza importante los propios bancos que, como indicaban recientemente los resultados de una investigación de acierto.com, no ofrecen la información de forma “destacada y legible” ni permiten “acceder directamente” a ella como obliga la ley y, en consecuencia, se hacen más opacos. “Los jóvenes son los primeros que no se fían de estas entidades, no saben para qué sirven, no se sienten identificados con ninguna de sus sugerencias-productos-ideas. No hablan el mismo idioma que ellos y, aunque intentan entablar una conversación, se les nota mucho el acento”, asegura De la Cruz.

Desinterés, desinformación y un desencanto acuciado entre aquellos que, un día no muy lejano, tendrán que gestionar sus gastos sin el soporte parental. Este panorama desolador apretó las tuercas del compromiso y del negocio de futuro a los desarrolladores de este simulador virtual que, a través del juego, se sustenta en tres pilares disruptivos: PlayBanking, PreBanking y PlayMoney. “Queremos fomentar con estas herramientas el desarrollo en competencias, habilidades y alfabetización financiera, así como en valores de esfuerzo y responsabilidad del joven, es decir, que aprenda experimentando”, expresa.

En Keepunto, los jóvenes descubren y asimilan conceptos y aptitudes financieras por sí mismos y ganan su propio dinero virtual (el KEE, Key Electronic Effort), superando los retos interactivos que les proponen empresas como Endesa. Trabajan y toman decisiones de manera autónoma: pueden ver los movimientos de su cuenta corriente, contratar cualquiera de los  productos financieros virtualizados que les ofrece la empresa, experimentar el vértigo de jugar en Bolsa a tiempo real (con euros virtuales), donar KEE a cualquiera de las ONG que están en Keepunto, o adquirir productos reales del catálogo de recompensas al esfuerzo. “Nadie les dice lo que tienen que hacer: ellos lo deciden solitos porque pueden en todo momento hacer trazabilidad de sus gastos e ingresos”, explica De la Cruz.

Con todo, la empresa online ya se ha hecho en apenas un año y medio con más de 130.000 usuarios registrados y con el interés y el beneplácito de las instituciones educativas, que comienzan a introducir en sus aulas su herramienta sCool Zone, un simulador de banca avalado por el Ministerio de Industria, Energía y Turismo. “Es necesario que las generaciones venideras dejen de ser ‘analfabetas’ financieras de una vez por todas, como las actuales que hemos provocado y que estamos sufriendo la crisis. Deben redescubrir el valor del esfuerzo y, para ello, solo necesitan que los adultos dejemos que trabajen por sus objetivos y les demos las herramientas para lograrlo”, concluye el creador de Keepunto.