La tecnología ha revolucionado todos los sectores, incluso uno que parecía inamovible como los servicios financieros. Se trata de las empresas Fintech, cuya actividad se desarrolla, normalmente, fuera de los círculos de las compañías del sector. En el último año han experimentado un notable crecimiento; de hecho, se ha constituido la Asociación Española Fintech e Insurtech con quienes hemos hablado para conocer más este ámbito.
Etimológicamente, Fintech es un término inglés compuesto al unir la primera sílaba de las palabras finance y technology. De esta manera, conociendo su origen, nos hacemos una idea de que lo viene a ser un sector que no para a crecer en España y en todo el mundo. Banca móvil, mercado de divisas, crowfunding, pagos y transferencias o servicios de asesoramiento financiero son algunos de los temas que abarca.
“Las empresas Fintech son aquellas que aprovechan la tecnología para crear nuevas soluciones, productos o servicios que ayudan a innovar y a transformar digitalmente al sector financiero y asegurador en su conjunto”, explica el vicepresidente de la Asociación Española Fintech e Insurtech (AEFI), Rodrigo García de la Cruz. Esta entidad, que se creó a principios del año pasado para su impulso, agrupa a más de 80 compañías que representan a la gran mayoría del sector, y ayudan a crear un ecosistema favorable para el desarrollo de startups y empresas Fintech e Insurtech en nuestro país.
España se está posicionando como uno de los países con mayor número de compañías de este ámbito. “Hasta el año 2015 estaba algo retrasada respecto a otros países de Europa, pero en 2016 se triplicó su número”, comenta García de la Cruz. El número se eleva a 215 Fintech y a 50 Insurtech y, según CapGemini, nuestro país se posiciona como el quinto del mundo en este tipo de servicios.
Estas compañías, además, ayudan en muchos aspectos a la economía de un país. El vicepresidente de la AEFI resalta que, por el lado del sector propiamente dicho, genera empleo de calidad al ser muy tecnológico e innovador y crea negocios mucho más eficientes de los que se pueden encontrar hasta el momento. Por el lado del cliente, del cual están muy pendientes, proporcionan nuevos servicios adaptados a sus necesidades, a la vez que se dota de mayores niveles de transparencia y eficiencia a los productos bancarios y de seguros.
Un ejemplo puede encontrarse en las pensiones, un tema que preocupa mucho en España. Existen Insurtech como Pensumo, que ayuda a conseguir pequeñas cantidades de dinero día tras día, durante años, para acumularlas en el futuro. Se trata de una forma de ahorro por consumo a través de la compra en establecimientos asociados o realizando retos ciudadanos que proponen, como reciclar o hacer deporte. Una forma gratuita de planes de ahorro que puede servir para completar la pensión.
Otras Fintech se dedican a analizar de forma personal el perfil de sus usuarios optimizando el dinero en fondos de inversión, tal y como hace Feel Capital, que se ha convertido en la primera empresa de asesoramiento robótico regulada en Europa con más de 12.000 usuarios. O, como hace The Crowd Angel, que selecciona cuáles son las mejores startups de base tecnológica para invertir.
Algunas compañías como Fintonic o Vivus, cuyos spots publicitarios hemos visto en numerosas ocasiones en la televisión, también se encuentran dentro del sector de las Fintech, así como la conocida StartupXplore con Javier Megías al frente.
¿Hacía dónde se dirige el sector?
Dado el crecimiento de estos servicios, desde la AEFI van a lanzar un Libro Blanco regulatorio, que verá la luz este primer trimestre y que se consiguió gracias a una iniciativa de crowfounding.
García de la Cruz indica que el sector “se irá consolidando en número de compañías y en tamaño de las mismas. Puede que algunas desaparezcan, por lo que el futuro radica en la colaboración con los bancos tradicionales que se encuentran en pleno proceso de digitalización”. De hecho, apunta que la banca tradicional consideraba, inicialmente, a las Fintech como competidoras, “pero cada día las ven más como un colaborador y un driver de innovación para el sector”.
La importancia de este sector es tal que la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) ha mostrado predisposición para regularlo, como dicen desde AEFI. Incluso tienen una sesión Fintech en su web. Por ello, la asociación pide se agilice el acceso a la actividad y se creen modelos eficientes como ya sucede en Reino Unido, Singapur o Australia y esperan que, con una pronta regulación, “veamos a España convertirse en un gran hub financiero“.
Patricia Moratalla