Xavi Puig y Kike García, creadores de El Mundo Today, inventan, desvarían y hacen uso de todo su potencial creativo para concebir las noticias ficticias de una publicación con más de 450.000 seguidores en Twitter que hace reír a la vez que provoca la reflexión.
Dicen que no hacen periodismo. Que la crítica que realizan en ocasiones al poder, a la economía y a la sociedad en la que vivimos es secundaria. Pero lo cierto es que El Mundo Today (@elmundotoday) recoge hoy en día una legión de lectores y de admiradores, gracias sobre todo a las redes sociales, que ya la quisieran muchos medios generalistas de los que se afanan por conseguir el prestigio y el buen hacer periodístico y que, sobre todo, pueda traducirse en elevadas (y complicadas) cifras económicas.
Sus creadores, Xavi Puig y Kike García, paren a pensar en ello o no, son provocadores natos a partir de una publicación en la que, con un formato digital que bebe de forma irónica de los noticiarios de Walter Cronkite o, más actual y cañí, los de Matías Prats, inventan informaciones a la vez que despiertan las carcajadas entre los lectores desde la absurdez y la pantomima más indómita.
Su lengua viperina les ha llevado a alcanzar el éxito (sobre todo en popularidad) entre jóvenes y mayores, a los que no solo divierten, sino que también llevan a la reflexión sobre temas y situaciones de inmediata actualidad que importan. Además, la prensa escrita, la radio, la televisión y el teatro ya han sucumbido a sus encantos y han adaptado sus ácidas noticias a sus respectivos formatos.
Aunque todo no ha sido un camino de rosas para estos emprendedores digitales, ya que durante su trazo también han recibido las quejas de algunos de los protagonistas de sus noticias falsas como la presentadora Mariló Montero o el cantante Pitingo, aunque sus cofundadores no cesan en el acto comunicativo y público de aclarar que El Mundo Today centra su existencia en el humor y en la ficción más creativa.
¿Por qué creéis que gusta tanto El Mundo Today al lector, sobre todo, joven?
Procuramos hacer humor bien hecho. Es la principal aportación que nos interesa ofrecer, no tenemos mayor aspiración. Nuestro perfil de lector es muy amplio, también en cuanto a edades. Entre los jóvenes se agradece que toquemos temas relativos a series de televisión, redes sociales, precariedad laboral, hipsters y demás. Lógicamente, porque hay mayor regocijo cuando uno se ríe de lo que tiene más cerca.
¿Qué repercusión tanto positiva como negativa tiene vuestra publicación? ¿Quiénes la aman y quienes la detestan?
Intentamos no estar muy pendientes de la recepción de nuestro contenido más allá de los datos fríos de las estadísticas, y tampoco eso nos lo tomamos muy en serio. Generalmente las reacciones son positivas, hay mucha gente que quiere colaborar, formar parte de nuestro soporte y participar con ideas. Eso lo agradecemos un montón. Siempre habrá gente que deteste lo que hacemos, pero no nos hemos molestado en averiguar por qué. No hace ninguna falta.
¿Qué grado hay de provocación y de crítica al sistema en general?
Buscamos que la gente se ría y goce con lo que hacemos. Hacemos sátira y, por tanto, también hay a veces cierta intención crítica. Pero es secundaria. La provocación y el comentario político o social son los contextos de muchos de nuestros chistes, y siempre están supeditados a los chistes.
¿Surge El Mundo Today como un contraataque al periodismo que se realiza hoy en España?
El Mundo Today no tiene nada que ver con el periodismo salvo en lo retórico, en el hecho de recurrir al formato informativo. El contenido es humor. Es cierto que lo que hacemos suscita muchas reflexiones sobre el periodismo actual, pero nosotros ni somos periodistas ni pretendemos denunciar nada del periodismo, aunque haya cosas que se puedan señalar al respecto. Insistimos: hacemos humor. Hemos tratado el tema del periodismo en no pocos artículos, pero también muchos otros temas que no tienen nada que ver.
¿Podría haber existido El Mundo Today hace 50 años en España?
El formato del informativo satírico es muy antiguo, no lo hemos inventado nosotros ni por asomo. Ha existido en papel tanto en España como fuera de ella. El motivo de que la parodia del informativo sea tan golosa desde siempre es, entre otras cosas, el hecho de que el periodismo tenga ese halo de solemnidad tan tentador para un humorista. Cuando el humor se disfraza de seriedad, los chistes adquieren una potencia brutal. Y eso no ha escapado a los humoristas que vienen haciendo esto mucho antes que nosotros.
¿Por qué hace falta la sátira en una época de crisis, de falta de valores políticos y de corrupción como la actual?
Nosotros somos muy escépticos respecto a la capacidad de la sátira para influir y mejorar el contexto social y político. Creemos más en la fuerza de los argumentos y en la propia política. El humor sirve más de descarga, de pataleta, de puesta en común de ciertas inquietudes. Pero ayuda poco a afrontarlas en positivo.
¿Sale rentable la sátira como la vuestra en España o hay más parte de “amor al arte” que de beneficios hoy por hoy?
Sale todo lo rentable que puede salir un medio digital en España. Nosotros creemos que es poco rentable en relación a la audiencia que tenemos, pero el mercado tiene la última palabra. En cualquier caso, nos ganamos la vida con ello y estamos lejos del amor al arte, aunque sabemos que nos dedicaríamos a esto aunque tuviéramos que trabajar de otra cosa, puesto que fue así como empezamos.
Laura Bellver