Testigos de crisis pasadas

El paisaje urbano de Valencia está salpicado de naves industriales caídas en el olvido

ÓSCAR DELGADO, Valencia. Hubo un tiempo en el que la crisis afectaba a las empresas tradicionales, impulsoras de las economías de la revolución industrial. En España, los sectores textil, metalúrgico o ferroviario, entre otros, vivieron su esplendor durante el último cuarto del XIX y la primera mitad del siglo pasado, salpicando los paisajes urbanos de naves industriales que, una vez trasladada la actividad a los actuales polígonos o al cesar los negocios, quedaron como testigos mudos de tiempos pasados. El siglo XXI, el de la sociedad de la información y el del posindustrialismo, ha heredado estos edificios como símbolo urbano de lo que fueron otros tiempos, otras crisis y otras industrias. 360gradospress ha recorrido algunas de las naves más representativas de la Valencia posindustrial como contraste al desarrollo económico y arquitectónico actual.

Hay numerosos ejemplos arquitectónicos de reminiscencia industrial. Uno de los más representativos está en plena calle San Vicente Mártir de Valencia, donde encontramos las antiguas naves de MACOSA (Materiales y Construcciones S.A.), un conjunto que simboliza la actividad industrial de la ciudad en el siglo XX. Fabricantes ferroviarios de referencia, los trabajadores del complejo trasladaron la producción al extrarradio en marzo de 1997, después de casi un siglo de actividad en este enclave urbano del posindustrialismo valenciano. MACOSA hoy es el Centro Tecnológico de Vossloh (antes Alstron), ubicado en el polígono industrial de Albuixech, alejado de la tradición de antaño y marcado por la globalidad de los mercados actuales.

Francisco Signes, trabajador jubilado de la compañía, uno de los impulsores de la plataforma Salvem las Naves de MACOSA y autor del libro ‘Del taller de los Devis al Centro Tecnológico de Vossloh (1897-2006), explica que “hemos llegado a un acuerdo con el Ayuntamiento (con un informe favorable del Consell Valencià de Cultura del pasado 31 de marzo) para la rehabilitación de lo que denominamos la nave de máquinas, de 90 metros de largo por 26 de ancho, muy característica de la época industrial. No hay que olvidar que a partir de la guerra civil no se puede escribir la historia industrial española sin referirse a esta fábrica. No sólo era una de las cuatro más importantes para la construcción de material ferroviario, sino que en su momento, durante la década de los 50 hasta cerca de los 70, lideró la construcción de obras hidráulicas para los pantanos y más del 40% de las grúas que hay actualmente en los puertos de España las hicimos nosotros”.

Crisis del industrialismo
Antes de la reconversión industrial, España vivió crisis de calado diferente al de la actual, que condicionaron aperturas y cierres de negocios similares a los que vivimos en otras empresas de sectores posindustriales en el siglo XXI. Con todo, Francisco Signes recuerda que “eran crisis de otras características. En el caso de MACOSA, sufrimos la crisis ferroviara del primer gobierno socialista y el Plan de Transporte Ferroviario (PTF) que cerró un montón de vías férreas y que propició que durante cuatro años no hiciéramos ni un tornillo de ferrocarriles. Gracias a la diversificación de la fábrica en obra hidráulica y en grúas conseguimos salir adelante”. Como ocurre hoy, en el momento en el que dejó de existir concordancia entre los ciclos de inversión y los ciclos de fabricación se registraron numerosos ceses de actividad.

Naves de Industrias Químicas Cross
Muy cerca del puerto de Valencia, junto a la Ciudad de las Artes y las Ciencias se mantienen en estado ruinoso parte de las naves de Industrias Químicas Cross. A diferencia de las de Macosa, éstas no cuentan en la actualidad con el grueso de extrabajadores necesario para haber defendido un destino mejor. Parte del complejo se ha reconvertido en una iglesia dedicada a algunas víctimas de la guerra civil española. La otra, continúa siendo un elemento decorativo junto a las vías del tren para los pasajeros que viajan a Castellón cada día, entre escombros, grafitos y hierbajos.

Servicio Técnico Diesel S.A. de Sagunto
Al llegar a Sagunto, a unos 30 kilómetros de Valencia, encontramos un antiguo taller de estética Bauhaus hoy caído en el abandono. Su estructura se compone de tres naves comunicadas por dependencias y hangares donde aún se pueden leer alguno de los servicios que ofrecían: alineación, recambios y diámetros. Un muy ilustrativo mensaje ‘End’ indica el final de un negocio que actualmente se camufla por más grafittis del estilo apocalíptico del señalado, cristales rotos, basura y algún que otro inquilino de un edificio en ruinas.

Antiguas naves portuarias de Juan Verdeguer
Antes de que la ciudad creciera hacia el puerto, en la primera mitad del siglo pasado, las antiguas naves portuarias de la calle Juan Verdeguer lucían un aspecto mucho menos deteriorado del actual. Las fachadas mantienen aún su esplendor de ladrillo de las naves de la época, pero por su trasera, asistimos a la consecuencia del paso del tiempo y a su abandono. Mutiladas por la mitad para dar cabida al aparcamiento VIP del circuito urbano de Fórmula 1, son un escaparate de grafittis y escombros, cobijo de cientos de palomas y vista privilegiada de las vecinas naves de la Cross.

Dos de estos antiguos cobijos portuarios han sido aprovechados por Heineken para organizar sus actividades culturales Greenspace. Pero la multinacional holandesa cesó la actividad el mes pasado. En la fachada, además de la conocida marca de cervezas, puede leerse, entre otros carteles, el de la empresa Ership, actualmente ubicada en Doctor Lluch, heredera de dos empresas de antigua tradición marítima como Transportes, Aduanas y Consignaciones, S.A. (TAC), fundada en 1927 en Barcelona, y de Auxiliar de Transportes Marítimos, S.A. (AUXTRAMARSA), fundada en 1957 en Madrid.

Antigua Central Lechera El Prado
Frente a la Universidad Politécnica, en el acceso norte a la ciudad, se mantiene, bajo la llamada de una de las chimeneas tradicionales de ladrillo, la antigua Central Lechera El Prado. Hace tres años se anunció un acuerdo por el que Lladró se comprometió a construir en un futuro la ciudad de los talleres artesanos de su marca. Aunque, de momento, la sede modernista de la industria lechera luce un aspecto abandonado con el añadido de tres carteles relacionados con un fabricante de motocicletas y el trasiego eventual de furgonetas de la misma marca.

Antigua fábrica de bombas de agua Gens
De estilo arquitectónico de influencia francesa, la antigua fábrica de bombas de agua Gens, ubicada en el barrio de Marxalenes, se ha convertido en el improvisado hogar de decenas de inmigrantes sin techo. La mayor parte de ellos procede de su anterior ubicación, tras ser expulsados de uno de los puentes sobre el antiguo cauce del río Turia.

Marga Ferrer

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