Reinventarse a los 40

Un trabajo aburrido, conciliación con la vida familiar, autorrealización personal, muchos son los motivos que llevan a muchas mujeres a emprender su propia carrera profesional a partir de los 40 años. Una edad que, para muchas, puede suponer un freno porque siente la denominada crisis de los 40, pero que, para otras, supone una oportunidad para reinventarse. En 360 Grados Press hemos hablado esta semana con varias mujeres que han cambiado su vida hasta encontrar, personal y profesionalmente, lo que más les apasiona a partir de esta maravillosa edad, y, además, ayudan a otras mujeres a reinventarse.

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Sandra Romero llevaba trabajando 15 años en un periódico cuando, en 2007, poco antes de nacer su hija, lo dejó. “Me reinventhé en 2013″, como denomina ella, mientras trabajaba como interina en la Administración haciendo comunicación política. “Mi suerte fue hacerlo en un proyecto que pude compaginar con mi trabajo durante 15 meses. Fue durísimo, porque iba de 8 a 15 horas a la Administración y tenía dos niñas muy pequeñas”, recuerda. Pero robó horas al sueño y dejó de realizar otras cosas que le gustaba para poder sacar adelante su propio proyecto. “Pasé los 15 meses más duros de mi vida, pero en enero de 2015, mi emprendimiento me daba los mismos ingresos que mi empleo y decidí saltar, dejar mi trabajo para apostar por lo que había creado”, continúa.

 

Esta emprendedora cuenta hoy en día con una franquicia online de una empresa presente en 50 países, una tienda en Internet a coste cero, integrada en la plataforma de una multinacional abierta 365 días al año las 24 horas del día. Funciona igual que las franquicias físicas: tú eliges una tienda en la que percibes comisiones por facturación, o una cadena de tiendas, cuando a tus comisiones de venta se suman los incentivos por formar y ayudar a otras personas a tener una tienda como la tuya. Se llama Network Marketing, que no es más que una versión digital de la venta directa de toda la vida, como explica; una nueva realidad que ha traído consigo esa ventana que nos ha abierto Internet.

 

A Mariana Ferrari le llegó ese día en el que “me miré al espejo y me di cuenta que lo que antes era estimulante, ahora es motivo de aburrimiento, que de un día para otro parece que nuestra mochila se hubiera cargado de responsabilidades que ni siquiera fuimos conscientes de asumir o aceptar… ¡Es la famosa crisis de los 40! Y personalmente fue una de las crisis más fuertes de mi vida”.

 

Profesionalmente, Mariana había tenido una carrera estelar, pues era un alto cargo en un banco internacional. Pero un día a las 22 horas de un viernes se encontraba aún en la oficina, con sus hijos llamándole para saber si la esperaban a cenar y un viaje a Australia al siguiente día por trabajo. “Entonces, me puse a pensar… ¿Qué hice con mi vida? ¿Qué me importa esta empresa para la que trabajo? Poco después, escribí mi primer libro, ‘La puta vida corporativa’ y las luchas de poder en la empresa”.

 

Cuando mira atrás, se da cuenta de que el camino de reinvención no fue fácil, fundamentalmente, “porque nadie nos enseñaba a hacerlo. Tuve que darme 200 golpes antes de entender que no era cuestión de cambiar de trabajo, de pareja o de circunstancias. Incluso me mudé de país y me vine a vivir a Miami y eso no cambió nada. Hasta que descubrí que la única reinvención real empieza por dentro, por entendernos, por entender nuestros deseos más profundos, nuestras necesidades emocionales, nuestro propósito en la vida… y también por quitarnos de encima toda la basura emocional que llevamos dentro para luego empezar a pensar cómo nuestros talentos, pasiones y personalidad pueden ayudarnos a crear la vida en la que nos sentimos felices de participar”. Así pues, en 2012 creó ComoCambiarLaVida.com y ReseteaTuVida.com que se convirtieron en referencia para mujeres profesionales de 40 años en búsqueda de las respuestas a la pregunta “¿Quién soy y para qué estoy aquí?

 

Por su parte, Romero ayuda a otras mujeres a reinventarse, ofreciendo la oportunidad que ella tuvo: emprender sin pedir un crédito aunque se posea un empleo. “En estos cinco años he ayudado a más de 30, que continúan de manera activa en nuestro proyecto, en la modalidad que cada una elige, siempre desde la libertad de elección de cada persona.”, indica.

 

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Proceso de reinvención

 

Mar Sánchez es, actualmente, mentora y lifestyle coach Premium con PNL (Programación Neuro-Lingüística). Ella también se reinventó a los 40 años, tras una importante carrera profesional que le llevó a cambiar de trabajos e, incluso, de país. “Me di cuenta que mi éxito profesional no lo era todo, sentía un vacío a nivel personal. Fue entonces cuando me empecé a cuestionar cuál era la misión en esta vida”, rememora. Entonces, inició un proceso de coaching “tradicional” para definir y arrancar con su proyecto de vida, pero le surgieron “bloqueos emocionales”. Buscó soluciones alternativas y aprendió, según apunta, a “afrontarlos y gestionarlos” a través de las técnicas que actualmente forma parte de su método: NeuroCoaching Integral de Alto Rendimiento.

 

Esta profesional subraya que los 40 “es una edad perfecta para emprender porque cuentas con una experiencia profesional importante y madurez para crear tu propio negocio y estilo de vida”. En este sentido, aconseja que el proyecto que se escoja sea realmente lo que te apasione, ya que habrá que dedicarle mucho tiempo. También afirma que hay que preguntarse si se tiene perfil emprendedor, pues no todo el mundo está preparado y, si la respuesta es afirmativa, comenzar con un plan de viabilidad del negocio. Recomienda tener un colchón financiera para mantener ingresos durante un periodo de tiempo prudencial, rodearse de gente positiva y pedir ayuda a un experto que acompañe en este proceso de reinvención.

 

Por su parte, Mayte Pinto cuenta con un blog que acompaña a mujeres de más de 40 años que inició tras su experiencia personal y profesional durante la recesión económica. “Como empresaria sufrí en carne propia los efectos de la crisis y tuve que pasar por un proceso de reinvención muy profundo en el que pude ver cómo muchas mujeres pasaban por situaciones parecidas: pérdida de trabajo, cierre de sus empresas y, en otros casos, necesidad de aportar recursos al ámbito familiar”. De hecho, su plataforma es un “club para las mujeres positivas” porque “si hay algo importante que me ayudó a superar la crisis y encontrar mi camino de reinvención fue el pensamiento positivo, no sólo pero si fue el motor que impulso el cambio”.

 

Desde esta experiencia, el blog trata diversos asuntos, analizados por profesionales de cada área, para acompañar a mujeres en temas de emprendimiento, compartiendo herramientas para ello; en pensamiento positivo para desarrollar mejor las cosas y ser más felices;  refleja historias de mujeres que se han reinventado; cuenta con una “Escuela de madres”, etc. Pinto es consultora de marketing digital y está convencida de que los mejores campos para emprender están relacionados con el mundo online: e-commerce, coaching, mentoring online, marketing de contenidos o big data. Así pues, el entorno digital y el teletrabajo se han convertido en los grandes aliados.

 

Asimismo, Sandra Romero va más allá y recomienda a las mujeres que quieran comenzar su camino profesional que escuchen: “La intuición es un arma muy poderosa y, si te dice que no vas bien o que está haciendo algo que no te hace del todo feliz, es el momento de preparar el terreno para el cambio”. Además, a nivel personal, su mejor experiencia es la conciliación de los roles de madre y mujer. “Fue lo que más disfruté en una primera etapa. Ahora, cinco años después, haber dado la misma oportunidad a muchas madres y padres y demostrarles que, creyendo en uno mismo, se pueden pagar facturas sin tener que pasar diez horas en una oficina”, apunta.

 

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Perfiles de mujeres reinventadas

 

Mar Sánchez describe los perfiles de mujeres que deciden emprender a partir de los 40 como “inconformistas” y que se encuentran en una de estas dos situaciones: o bien llevan tiempo estancadas a nivel profesional pero tienen miedo al cambio o están desorientadas; o bien mujeres que sienten que han logrado el éxito profesional pero sienten un vacío en su vida personal.

 

El perfil de las mujeres de 40 años está, desgraciadamente, estigmatizado en el mercado laboral, de ahí que reinventharse, como dice Sandra Romero, se haya convertido en el camino. Y ello se ve en la búsqueda de empleo a esa edad. “Las empresas discriminan por edad pero, sobre todo, por sexos. No es lo mismo contratar a un hombre de 40 que a una mujer. La maternidad nos marca y nos hace renunciar porque la sociedad está así planteada. Al final, ser madre estará reservado para las clases altas que puedan permitirse renunciar a su empleo. Una lástima, la verdad”, lamenta.

Por eso, remarca: “La experiencia, la sabiduría, la razón, la empatía, el talento y las habilidades de una madre, de un padre, de una mujer o de un hombre están por encima de la fecha de nacimiento que figura en su DNI”.

@_Guiomar_

Patricia Moratalla

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