La fragilidad de la dignidad

Donna Hicks es una investigadora que ha trabajado en la resolución de conflictos alrededor del mundo durante los últimos treinta años. Hicks se ha adentrado en enfrentamientos como los de Medio Oriente, Colombia, Cuba o Irlanda del Norte, pero también ha dado charlas y conferencias en empresas y organizaciones sin ánimo de lucro con el objetivo de mejorar las relaciones personales de los que las componen. Esta profesora de la Universidad de Harvard explica la importancia de la dignidad y su papel protagonista en los conflictos en su libro Dignidad: el papel esencial que desempeña en la resolución de conflictos

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La dignidad es un elemento fundamental de la autoestima, es un sentimiento adherido al ser humano y que marcará sus emociones, sus relaciones con los demás y su consideración de sí mismo. Sin embargo, la descripción de este concepto no es una tarea sencilla.  Donna Hicks observo que esta atmosfera emocional era lo que hacía tan importante a la dignidad, tantoel deseo de protegerla como los ataques a la misma.

“Es normal que tengamos todos esos conflictos internacionales. No prestamos atención a un tema tan frágil y vulnerable como es la dignidad”, señala Hicks. En las mediaciones políticas que ha realizado en diferentes puntas del mundo, la investigadora ha podido observar que detrás de los conflictos políticos existen conflictos emocionales. Esto conflictos emocionales han sido provocados por un ataque a la dignidad de la comunidad, a los vecinos o al propio representante de estos. Las conversaciones en torno a estos sentimientos son muy complicadas. Los afectados no querrán reconocerlos por lo que se acogerán en la política para evitar este tipo de revelaciones.

Sin embargo, cuando la profesora les pedía que hablasen sobre la violación de su dignidad, todos querían hablar, compartir su historia. No se trataba de un solo ataque, sino que también había historias de degradaciones y discriminaciones por parte del otro bando en el pasado. Con estas declaraciones, Hicks había conseguido tocar ese problema emocional, abrir la puerta al dialogo. El tratamiento de la dignidad suponía una “llave para entender el conflicto desde otra perspectiva”.

En esta línea, Hicks hace referencia a la situación de los refugiados sirios. La investigadora ha llevado a cabo un proyecto con ellos en Roma y ha podido entrar en contacto con muchas de estas personas. Hicks ha podido profundizar en su vida, en sus impresiones y en los atentados que han sufrido contra su dignidad. Hicks explica que  estas personas han soportado “violaciones tremendas por partesdel régimen de Al-Assad”. Con el proyecto se buscaba luchar por la dignidad de Siria. “Aman a Siria, no quieren irse, no quieren abandonar su vida ni su familia”, expresa.

Una figura clave

Por otro lado, una figura clave para comprender el concepto de la dignidad es Nelson Mandela. Donna Hicks explica que la lectura de su autobiografía fue esencial para desarrollar su propio concepto sobre la dignidad. En su libro, Mandela habla sobre su época en la cárcel y el deseo de los guardias por arrebatarle su dignidad. “Él sabía que nadie le iba a quitar la dignidad, estaba en sus manos y nadie la iba a apartar de él. Esto fue una revelación para mí. El leer que uno es el dueño de su propia dignidad”, explica la profesora. Así, señala que se deben curar las heridas provocadas en nuestra autoestima, pero esto es muy difícil porque suelen ir unidas a la vergüenza, la discriminación y la humillación.

La investigadora expresa la idea de que es la responsabilidad de cada uno recuperar la dignidad perdida. “Hemos nacido con esa dignidad y somos responsables de la nuestra y la de todos. No podemos ni debemos herir a los demás de esta manera y, sin embargo, eso ocurre todos los días”, se lamenta Hicks.


Sharon Reguera

Sharon Reguera

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