Robots hasta en la cocina

La industria de la alimentación ya los utiliza con notable éxito. Pero, ¿de qué depende que también lo sea la aplicación de robots en el proceso industrial del sector cárnico?

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Con frecuencia, la automatización convencional suele ser demasiado complicada, cara y, sobre todo, poco flexible desde el punto de vista técnico. Por regla general, adaptar o modificar máquinas especiales construidas para trabajos específicos para que realicen otros tipos de trabajos suele ser imposible, y, en caso de ser posible, suele implicar grandes costes en cuanto a material, tiempo y dinero. Sin embargo, el caso de los robots industriales es diferente: gracias a su extraordinaria flexibilidad, velocidad, precisión y capacidad de repetición son elementos clave para conseguir una mayor rentabilidad, calidad y sostenibilidad, ya sea en el manejo de los productos, en el control de la calidad o en la clasificación y el envasado de la mercancía.

 

A simple vista, un robot industrial sólo es capaz de mover un punto central de herramienta (TCO = Tool Center Point) con rapidez, precisión y repetición dentro de un espacio de trabajo definido. Es a partir del uso de pinzas o herramientas, de cámaras y sensores de soporte así como de un software complejo configurado por personal cualificado cuando el robot se convierte en un ayudante universal e imprescindible.

 

Robots en el procesamiento de la carne

En la actualidad, los robots se usan en la mayoría de las fases del procesamiento de la carne –desde el sacrificio hasta el envasado–. Mediante rápidas operaciones de pick & place los robots pueden cargar los productos cárnicos y embutidos más variados de la cinta transportadora y posicionarlos con exactitud en las bandejas de envasado, pudiendo alcanzar, en algunos casos, hasta 240 ciclos de pick & place por minuto.

 

Los robots desarrollan, obviamente, los trabajos con precisión y rapidez. Además del ahorro de personal, las ventajas son, sobre todo, los importantes beneficios con respecto a la higiene, puesto que se obvian intervenciones manuales y se obtiene una mayor productividad, ya que se eliminan los daños inevitables en los productos debidos al manejo manual de los mismos.

 

La automatización robotizada en el sector del sacrificio y despiece sigue siendo uno de los mayores retos tecnológicos. Las operaciones de corte de la carne que el ser humano controla a la perfección por la cualificación y experiencia de los profesionales de la industria, suponen grandes problemas para los robots. Los animales de matadero presentan según su estructura y crecimiento grandes diferencias en cuanto a peso, tamaño, contenido de carne y de grasa, así como según el tamaño y espesor de los huesos. Sin embargo, también en este ámbito existen soluciones económicas y, sobre todo, de alto rendimiento. Mediante escáneres 3D de alto rendimiento se puede determinar la topología de los animales destinados al matadero.

 

Los datos de escaneado se evalúan mediante un software de control, que genera las variables de corte necesarias para el robot. En cambio, durante el despiece, los robots realizan los cortes bajo control monitorizado a través de un software de visión. Sin embargo, la robotización no se limita únicamente a la fase de procesamiento. Los bares y restaurantes han comenzado a utilizar la tecnología. Algunos restaurantes de Asia ya utilizan robots en la cocina para ahorrar en personal y la cadena de restaurantes Momentum de San Francisco utiliza un robot cocinero que hace 360 ??hamburguesas por hora.


@_davidbarreiro

Óscar Delgado

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