El envasado sí importa

El envase es un elemento esencial en el mercado alimentario actual, donde el consumo de comida en este formato aumenta cada año. ¿Repasamos las innovaciones más llamativas?

Las innovaciones en esta materia comienzan por los materiales utilizados. La tendencia va encaminada hacia crear films más finos, utilizar láminas de polipropileno o polietilentereftalato (PET) metalizado que permiten sustituir a las tradicionales láminas de aluminio o los envases con absorbedores de oxígeno capaces de retirar el oxígeno que queda durante el envasado del alimento de manera que no se vean favorecidas las reacciones de oxidación.

Además, se está trabajando en innovaciones en nuevos sistemas de envasado como los envases PET pasteurizables como sustitución a los botes de cristal o los ya conocidos envases con atmósfera modificada.

También veremos en el futuro nuevos envases, como latas de plástico transparente o bolsas para envasar aceite con mejores propiedades de resistencia, elasticidad, versatilidad y durabilidad y materiales que servirán para nuevos usos como, por ejemplo, envasar vino en botellas flexibles.

La investigación también se centra en las innovaciones en nuevos materiales barrera, como los nuevos materiales poliméricos y los recubrimientos barrera para los envases.

También, relacionado con el envase, se trabaja en el aumento de la demanda de envases individuales con un peso fijo, así como de platos preparados. El porcionado y la carga totalmente automatizados de filetes, lonchas de embutido y otros productos cárnicos en los envases requieren soluciones de alta tecnología. En la actualidad, la mayoría de los sistemas  están equipados con detectores, láser y/o escáneres de rayos X situados al principio de las líneas de procesamiento, con unidades de alimentación para la loncheadora, así como con cintas de transporte montadas en línea. Las cintas transportan los productos cortados a través de instalaciones de clasificado de bandas múltiples mediante sofisticados sistemas o mediante robots de clasificado y de carga, que los llevan, por ejemplo, hacia las termoselladoras integradas en línea.

Sobre el nanopackaging

El sector alimentario también ha puesto sus ojos en el nanopackaging, con aplicaciones que aún están en el laboratorio, pero con otras que ya han saltado al mercado y con gran éxito. Destaca, por ejemplo un plástico extrafino comparable al vidrio. Se trata de un plástico cientos de veces más fino que un cabello, pero que tiene la misma capacidad que el vidrio para preservar un alimento. Este es el último descubrimiento de un equipo de ingenieros de la universidad A&M de Texas que investigan cómo aplicar la nanotecnología a la alimentación. Su director, Jaume Grunlan, asegura que el nuevo packaging puede preservar la efervescencia del agua con gas mejor que cualquier otro producto. Además, la mini capa de polímero tiene un 70 % de partículas de barro, con lo que se conseguirían envases infinitamente más ecológicos que el plástico.

Desde Girona, Nanopack ha conseguido pasar del laboratorio al mercado y comercializa films con propiedades antioxidantes, antimicrobianas y antifúngicas para mejorar la conservación de los alimentos (Sanic Films). Su tecnología se basa en componentes minerales como los oligoelementos, que son nutrientes, por lo que además de mejorar la conservación del producto puede beneficiar la salud del consumidor. Con esta técnica, se consigue proteger mejor las cualidades del alimento fresco (calidad, seguridad, valores nutricionales) frente a agentes ambientales. Desde Nanopack, su director Llucià Cordero, avanza: “Estamos realizando pruebas con clientes nacionales e internacionales de productos como el jamón cocido y la carne fresca, alcanzando un aumento de la vida útil. Desde el primer trimestre de 2016, ya podemos encontrar en el lineal marcas de loncheados con Sanic Films”.

@_davidbarreiro