No hay dudas: la bisexualidad existe

Se ha inaugurado oficialmente el Año de la Visibilidad Bisexual en la Diversidad, una ocasión para divulgar aquello que una mayoría de la sociedad desconoce o no termina de entender: se trata de una orientación sexual más en sí misma.

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Inmadurez, vicio, indecisión, promiscuidad o, incluso, represión. Estos son los tópicos que habitualmente se asocian a la bisexualidad. “Son tan absurdos que a estas alturas parecen mentira“, afirma Amanda Rodríguez, portavoz de la Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales (FELGTB). “Suena contradictorio, pero estas ideas se encuentran tanto fuera como dentro del colectivo LGTB. Hasta se llegó a decir durante años que éramos los culpables de haber transmitido el SIDA de homosexuales a heterosexuales“, sigue ilustrando Izpia Batres, la secretaria general de Arcópoli. “Todos los mitos molestan, pero creo que uno de los que más perjudica es ese que dice que todos somos bisexuales, porque una afirmación tan rotunda nos invisibiliza. Hay que tener cuidado al hablar distinguiendo entre práctica, orientación y política“, completa Patricia Escortell, una de las vocales de Derechos Humanos y Memoria Colectiva de Lambda.

 

Los 366 días para marcar un punto de inflexión

Con todo, trabajar por la visibilidad en este sentido se planteaba una labor acuciante. Retomando las palabras de Patricia: “Existen tres vacíos a cubrir principalmente: la generación de referentes y de estudios, la lucha contra la bifobia y la visibilidad desde la diversidad, es decir, desde la idea de que se puede vivir de muchas formas“. Por ello, 2016 ha sido elegido como el año en que poner el acento en esta ignorada realidad y responder a dichas necesidades. Así, tanto entidades como activistas implicados van a desarrollar una campaña de sensibilización a nivel nacional que se traducirá en actividades locales de diverso calado: talleres, exposiciones, guías, cinefórums, debates… El objetivo no es otro que romper con la percepción negativa que el imaginario colectivo todavía guarda acerca de esta orientación. “Queremos abrir camino a las generaciones futuras, para que cada uno pueda vivir su sexualidad en libertad“, matiza Noe Pérez, la coordinadora del Grupo Bisexuales y Transexuales de Lambda.

 

¿Pero qué es la bisexualidad?

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La efectividad de esta tarea pasa por establecer una correcta noción de la orientación como punto de partida. De hecho, más allá de la pedagogía puesta en práctica con las acciones descritas líneas arriba, desde Arcópoli están promoviendo un cambio en el significado ofrecido por la Real Academia Española en su diccionario, el cual actualmente apunta que consiste en mantener “relaciones tanto homosexuales como heterosexuales“. “No queremos que se elimine la acepción de hermafrodita, pues entendemos que se puede emplear aún en ámbitos como la botánica, pero sí indicar que se encuentra en desuso en general. En cuanto a las personas, nos gustaría introducir la definición de que la bisexualidad se refiere a la atracción sexual o afectiva por personas de igual o diferente género no necesariamente en el mismo momento, con la misma intensidad o en la misma forma”, matiza Izpia.

 

Caras conocidas, por favor

Como indicaba la vocal de Lambda, contar con referentes es una de las finalidades marcadas para el Año de la Visibilidad Bisexual en la Diversidad, la cual resultaría uno de los factores que más contribuirían a lograr la plena naturalización en sociedad. Hasta la fecha, nombres internacionales como el de Shiri Eisner eran los que más sonaban en España. Recientemente, eso sí, el foco se ha puesto en Paco León tras hablar abiertamente de su orientación en un programa televisivo. Sin embargo, queda mucho por hacer. “Necesitamos referentes positivos que combatan la negatividad. El paso de este actor me pareció muy valiente, porque decirlo delante de cuatro millones de personas con todo lo que aún implica por la imagen colectiva que existe no es fácil. Cuanto más visibles seamos en ámbitos como la política, la música, el arte, etcétera; mejor. Estamos siguiendo un camino muy parecido al de la homosexualidad, pero aún vamos un paso por detrás”, valora Amanda.

 

Otra mentalidad es posible

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Y la alusión al extranjero no es puntual: las entrevistadas coinciden al afirmar que la bisexualidad es un concepto que en otros países se viene trabajando desde hace más tiempo, lo cual no solo se traduce en famosos que declaran sin reparos su orientación sexual, sino en un mayor número de estudios al respecto. “En Estados Unidos, por ejemplo, se ha probado que las mujeres bisexuales sufren más violencia que las heterosexuales y las homosexuales. Esto no es casualidad“, puntualiza Patricia. Este tipo de datos objetivos también ayudarían a construir una apreciación más certera de esta cuestión, arrojando luz sobre la bifobia o el bullying homófobo de los que son víctimas muchas personas y desmoronando la dicotomía vigente de la presunción heterosexual o, en todo caso, monosexista.

 

No es utópico, sino factible

La inclusión en protocolos sanitarios y la aprobación de una Ley de Igualdad LGTB nacional se vislumbran, asimismo, en el horizonte. En definitiva, las expectativas puestas en el 2016 son muchas, tantas como las ganas de todos los involucrados en este Año Bisexual por instaurar una auténtica diversidad afectivo-sexual. Por el momento, se puede hablar de “una ‘B’ cada vez más integrada en el colectivo LGTB“, como lo expone Patricia, que no es poco. Ahora, toca seguir haciendo acopio de fuerza y apoyo por llegar a la que sería la condición ideal. “Sencillamente, habría que respetar la forma en que cada uno se identifica sexualmente“, concluye Noe.


La foto de la portada exterior ha sido obtenida de Flickr bajo la licencia Creative Commons. Su autor es Peter Salanki.

@LaBellver

Marcos García Martí

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