Las ‘guerreras’ del fútbol

Que Brasil sea la cuna de este deporte no garantiza que las mujeres que allí se dedican a ello gocen de mejores condiciones que en otras partes del mundo: la desigualdad respecto a sus compañeros de profesión es, asimismo, muy pronunciada. Esta semana en 360 Grados Press conocemos una iniciativa que busca reducir distancias y hacer reflexionar en este sentido.

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A pesar de rendir al más alto nivel, las condiciones laborales no son proporcionales; mucho menos cuando se comparan con las de los hombres en una misma posición. Esta es la situación en que se encuentran la mayoría de mujeres que consagran su vida al fútbol en Brasil. De hecho, muchas de ellas se han visto obligadas a abandonar una fructífera trayectoria de años porque la remuneración económica no era suficiente para subsistir. Aunque esta realidad no ha cambiado drásticamente, sí que se ha marcado un punto de inflexión de un tiempo a esta parte. “Trabajamos con jugadoras de fútbol de todo el país y les apoyamos para que se conviertan en embajadoras de los derechos de las mujeres y de la igualdad de género. Creemos que ellas están preparadas para impartir talleres partiendo de sus propias historias y para propiciar un diálogo dentro y fuera del campo sobre los prejuicios que existen sobre ello“, explica Caitlin Fisher.

 

Una propuesta para ‘combatir’ en son de paz

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Y la entrevistada sabe bien de lo que habla, pues ella es una de esas voces. Pero no solo eso: también es cofundadora de Guerreiras Project, la organización mediante la cual desarrolla dicha labor. Su objetivo son, principalmente, mujeres de 16 a 40 años que residen en barrios periféricos y que son víctimas de la discriminación en todas sus formas – por sexo, raza, clase u orientación sexual –. Sin embargo, su foco de acción es tan amplio como para abarcar a todas aquellas que, sencillamente, tienen dificultades por dedicarse a una profesión dominada por hombres. Siguiendo con sus palabras: “En nuestra opinión, las mismas limitaciones de género que se dan en el fútbol se reflejan en la sociedad en general y son la base de muchos problemas de justicia social. Hay investigaciones que apuntan que los códigos tradicionales de masculinidad y de feminidad conllevan peores resultados académicos, una deficiente salud reproductiva y mayor violencia por homofobia o machismo. El lenguaje universal del fútbol puede servir como una de las herramientas más potentes, eficaces y accesibles para lograr una transformación en algo tan arraigado“.

 

Recursos y necesidades de las ‘guerreiras’

Entrenamientos deportivos, cursos de formación, actuaciones diversas, exposiciones, ponencias… Las acciones de Guerreiras Project para educar en igualdad se han ido diversificando desde que el colectivo arrancó el pasado 2010, así como han sumado el apoyo de académicas y activistas. Las instituciones, por su parte, se han mostrado receptivas, pero se precisa de más complicidad para “mudar as cabeças“, como define Caitlin. “Hay todavía algunos padres o familias que no quieren que sus hijas jueguen al fútbol, pero esto va cambiando poco a poco. Nosotras necesitamos patrocinadores y donantes para continuar con nuestros esfuerzos. Cambiar las normas de género no es algo que ocurra de la noche a la mañana y la medición del impacto que muchos de los colaboradores nos exigen no es factible con indicadores o infraestructuras modestas. Hay que empezar a pensar en medidas más creativas e innovadoras para evaluar cómo y por qué se está avanzando“, completa.

 

Los retos de un futuro por conquistar

Con todo, desde Guerreiras Project no descartan empezar a trabajar con jugadoras de otros países para configurar una red de solidaridad global. Por el momento, tienen a la vista aprovechar los Juegos Olímpicos de este año en Río de Janeiro para poner en marcha una campaña que refuerce su tarea y, además, están preparando otro curso específico con vistas a empoderar a las mujeres implicadas, haciendo que ellas sean las primeras en pensar qué les ha llevado a este contexto, tomen así conciencia de sus capacidades y, en consecuencia, influyan positivamente en su entorno. “El deporte en general y el fútbol en concreto ha sido históricamente un espacio masculino, lo cual se ha afianzado generación tras generación, convirtiéndose en una forma de orgullo e identidad nacional. Por eso, que las mujeres entren en este ámbito y ganen respeto y visibilidad es un largo camino. El proceso es gradual, hay que tener paciencia, pero también ir dotando a las deportistas de estructuras y de políticas que compensen este recorrido de exclusión y de marginación“, concluye Caitlin.

 

We Are Guerreiras-English from GUERREIRASPROJECT on Vimeo.


@LaBellver

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