Laurent Kapelski: “Me considero un creador, un artesano”

Él no lo tuvo fácil. Desde muy pequeño sintió inquietudes y mariposas revolotear por su alma por el mundo de la moda. Sus padres querían que se dedicara a la ingeniería, ellos catalogaban a la moda como una distracción para su tiempo libre. Apareció ella, la musa, la llamada urgente, los cánticos de sirena, la inspiración verdadera que le hizo encaminarse con dedicación y paso firme hacia su destino: la moda. No frotó la lámpara, siempre dormida en la abrasadora arena del desierto, para llegar a ser considerado una joven promesa de la alta costura parisina. Tampoco voló en la alfombra mágica, agotada por los paisajes anodinos y los inexistentes oasis de calma de Ágraba para llegar a su destino. Sus tres objetivos fueron: esfuerzo, trabajo y talento. Con ello, mira hacia el horizonte con ojos de seguridad y busca la ambición en cada uno de sus proyectos dibujado como un arco iris de posibilidades. Cuando cursó sus estudios lo hizo especializándose en la alta costura y en la ansiada creatividad que poseen algunos privilegiados.

Laurent Kapelski se considera “un creador”, “un artesano” que ama la creatividad y el diseño por encima de todo, basándose en la experiencia científica para sus creaciones. Su esencia se basa en la experimentación con materiales como la organza grabada, lacados con laca de pelo, plumas de avestruz o papel de aluminio, consiguiendo unos diseños muy personales y originales. Su mente vuela alto con la creatividad, rozando el cielo de la libertad y saboreando a cada instante su sueño. El aroma de Laurent es su naturalidad, su expresividad, su sencillez y su manera personalizada e inteligente de enfocar su negocio. Apuesta por algo que parece ya encerrado en un viejo baúl y que lucha por el resurgir de las cenizas: el fuego de la personalización.

Esta joven promesa del diseño realiza trajes de novia fundamentados en la mujer. La gran protagonista es la que elije el color, la forma y el estilo siempre bajo la atenta mirada y la experiencia de Laurent.  La calidad del producto es una de sus premisas a la hora de realizar un diseño, su público es “elitista”, ya que, apuestan por prendas únicas, personales y originales.

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Miré el reloj, el tic-tac del tiempo se atrapaba en mi ser. Llegué a EASD (Escuela Superior de Arte y Diseño de Valencia) a la hora prevista para realizarle la entrevista a Laurent Kapelski. Durante un periodo de tiempo EASD Valencia había organizado unas jornadas para todo tipo de público sobre  moda fundamentadas en la profundidad y la especialización de esta disciplina. El salón de actos brotaba y vibraba de público: expertos en moda, alumnos de moda, profesores de la escuela y diseñadores de la Comunidad Valenciana. Allí lo encontré a él, maravillada por sus trajes de papel, su talento y sensibilidad concerté una entrevista para indagar sobre este joven ya descubierto en la hermana Francia.  Eran las 9:00h de la mañana de un martes que ya empezaba a sonreír con los primeros rayos del sol. Equipada con mi bloc de notas, grabadora y bolígrafo me dirigí hacia una clase repleta de maniquís con los diseños extravagantes de los alumnos de la especialidad de moda.

Plumas, cortes geométricos, patronaje casi impecable y antiguas máquinas de coser que hicieron las delicias de mi imaginación. Miraba mi reloj apresuradamente, el latir de mi corazón era un minuto en el tic-tac del tiempo. En un instante lo sentí detrás de mí, yo miraba el cielo azul como un espejismo de silencio. De pronto, me volví hacia él. La joven promesa sostenía una sonrisa en su rostro, sus ojos cansados y aterciopelados daban el despertar a la eterna Valencia. Su cabellera bailaba en su color azabache. Su look me hizo saber que era un genio del siglo XXI, con una estética muy particular, casi parecida a la de Valle-Inclán comenzamos una entrevista que dio lugar a un oasis de profundidad, especialización y  profesionalidad, alejada de los absurdos y banales convencionalismos de los contenidos de las publicaciones y soportes especializados sobre moda. Hicimos un viaje por los rincones del alma, volamos con la alfombra mágica hacia el camino del conocimiento y en el parpadeo de mis ojos hallé ante mí al genio de carne y hueso recreado en la figura singular de Laurent Kapelski.

¿Cuándo decidiste dedicarte al mundo de la moda?
(Risas) Desde los 5 años jugué con una máquina de coser en casa de mi tía. Realmente soy un creativo, todo lo que tenga que ver con la creatividad como la moda, la fotografía, dibujar… Yo me considero un “creador”  un “artesano” en este mundo. En una feria de estudiantes se me dio la oportunidad de tener un stand para introducirme en el mundo de la moda y hasta ahora estoy en ella.

¿Por qué te especializaste en alta costura?
Hay que tener mucho cuidado con el término de alta costura porque en Francia es una palabra muy acotada y que tiene una serie de normativas. Es alta costura lo que hago pero con mucha creatividad.

¿Qué es más importante la creatividad o el saber hacer?
Son las dos cosas. Pero sin el saber hacer no hay creatividad. Hay que tener unas bases, como en la cocina que me encanta y me apasiona, pero has de saber cómo hacer una buena salsa para continuar con el resto.

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¿Por qué se caracterizan tus creaciones?
Otras marcas como Jean Paul Gaultier o Chanel tienen definida su identidad. Gaultier apuesta por una chaqueta de rayas marineras y la sublime Coco Chanel por una chaqueta de tweed. En mi caso, es la clienta la que crea su diseño, su creación. Con lo cual entramos en el terreno de la personalización.

¿De dónde surge tu inspiración?
Cuando una persona es creativa, es creativa las 24 horas al día. La inspiración me surge del todo. Como por ejemplo cocinando que usé un papel de aluminio para diseñar una prenda de ropa. De los pequeños detalles, de la cotidianidad surge la inspiración.

¿Cuál es tu sello de identidad?
No pienso en la teoría de compra común, donde una mujer entra en una tienda, se prueba lo que ha elegido y lo adquiere. Voy más allá, es un proyecto común donde se implica mi clienta y el propio diseñador. Es un proyecto artístico común donde entra en juego la personalización del producto. Además, siempre es importante el humor y la sonrisa en las ventas.

¿Hasta qué punto influye tu opinión en un diseño?
La base es la persona y es la que va a tener una idea aproximada de lo quiere, pero realmente las ideas y aportaciones son mías. Yo expreso mi opinión, pero con mucha diplomacia, siendo muy prudente con la clienta. (Guiño del ojo derecho)

¿Qué opinas del producto de grandes establecimientos de masas, como Zara, H&M…?
Es una locura porque la calidad se está mejorando mucho en este momento. Antes las chaquetas de sastre tenían cortes falsos y sólo llevaban cortes reales las prendas a medida. En cambio ahora por un módico precio encuentras calidad de producto con cortes reales. Es una gran evolución de la calidad en cuanto al producto de masas.

¿Cuáles son tus proyectos de futuro?
Por ahora crear una mini- colección de vestidos de noche para clientas americanas. Aunque el inconveniente es que ellas se quedan sólo tres días en París y no da tiempo a crear algo a medida, por ello apuesto por esta mini-colección y tenerla ya diseñada y creada. A largo plazo no sé si me dedicaré al arte de la moda porque también estoy con la fotografía, el dibujo o la pintura.

Laura Bellver

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