Qué Bello es Vivir

Por Javier Montes, periodista

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Seguro que muchos de ustedes no están pasando por un buen momento. Las noticias que nos desayunamos diariamente nos empujan al desánimo aunque a veces encontremos algún oasis para cargarnos de esperanza. Me acuerdo muy a menudo de aquellas familias que viven asfixiadas, que recurren a las cucharas de la solidaridad para llevarse algo a la boca, que pelean hasta el último de los céntimos para hacer frente a la implacable llamada de los bancos a primeros de cada mes. Acabamos de vivir unas elecciones que más de uno cree que resolverán sus problemas. Esperan que algunos políticos saquen una varita mágica de su maletín y cambien el paisaje. El que suscribe no cree en eso (más bien no cree en nadie). A mi juicio los cambios se alcanzan con esfuerzo, tesón, confianza y bondad. Estoy convencido de que pronto viviremos tiempos mejores y poco a poco esas familias que hoy resisten angustiadas volverán a sonreir y a pensar en el futuro. Construiremos. Todos. Juntos. No creo en nadie pero sí creo en la sociedad.

Esta semana me llegó a las manos el clásico de Frank Capra ‘Qué Bello es Vivir’ (1946). Se trata de un fantástico cuento de Navidad protagonizado por James Stewart, quien encarna a George Bayley, un modesto ciudadano que mantiene un pequeño banco familiar. El sueño de Bayley es viajar por el mundo, conocer ciudades y países y regresar algún día a su pueblo, Bedford Falls, para construir grandes rascacielos, aeropuertos y puentes. La vida va dando portazos a esos sueños. Primero el fallecimiento de su padre, luego una quiebra del banco, más tarde un tremendo descuido y un despiadado empresario que quiere pisar su negocio a toda costa le impiden arrancar ese sueño de vida. Se ahoga. Las dificultades se suceden para el protagonista que siempre actúa con esfuerzo, tesón, confianza y bondad. Ese trabajo le permite ir sembrando y cultivando una imagen que más tarde le servirá para salir a flote cuando casi todo parece hundido. Antes llega al rescate de Bayley un ángel de la guarda de segunda clase (sin alas) que cambia su suerte y la de todos los que rodean al protagonista. La película, insisto, un maravilloso cuento de Navidad (se dice que es la película más programada en las televisiones de medio mundo en esas fechas), es una comedia romántica, una maravillosa lección de la vida.

Qué Bello es Vivir es sencillamente encantadora, llena de esperanza la vida de cualquier persona que se sienta desdichada o infeliz. No lo duden. Disfruten la película, disfruten de la vida que es maravillosa.

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